El Decano Nacional del Colegio de Sociólogos del Perú y la Junta de Decanos Regionales, ante la grave pandemia del COVID-19, plantean lo siguiente:
La actual epidemia internacional ha paralizado al globo terráqueo y al Perú evidenciando la deficiencia de nuestros servicios de salud, educación, vivienda, políticas de empleo y demás funciones que debe ofrecer el Estado, todo esto a un año de conmemorarse el bicentenario de la independencia nacional. Por otra parte, la CEPAL anuncia el decrecimiento en -5.3% del crecimiento regional del PBI hasta el año 2021 incluido (1). En el caso peruano, los pobres aumentarán (2) y seguiremos siendo, además, la región más desigual del mundo.
Va apareciendo una nueva normalidad y modos de convivencia social hacia el futuro con la reaparición del Estado en bien del interés público y las declaraciones de diversos presidentes europeos de que estatizarían sus industrias privadas a punto de quebrar. Destaca la idea del FMI de que los ricos deben pagar más impuestos porque más tienen, solo que ahora nadie acusa de populismo, estatismo ni socialismo a estas afirmaciones. El modelo global neoliberal está arrinconado.
LA NECESARIA PRESENCIA DE LOS SOCIÓLOGOS EN LA SOCIEDAD
Las y los sociólogos, pese a que nuestro COLEGIO DE SOCIÓLOGOS DEL PERÚ incluye a miles de profesionales que hacen labores de análisis y diagnóstico, planificación y gestión en todo tipo de trabajo de campo (proyectos mineros, agropecuarios, agricultura, industria, construcción, pesquería; políticas públicas; vida universitaria; contacto con personas privadas de su libertad; personas pobres y en pobreza extrema; microempresarios; comunidades populares, comedores populares, asociaciones vecinales, asociaciones barriales, mercados, etc.) expresamos nuestra extrañeza por no haber sido convocados por el Ejecutivo como ente colegiado a formar parte de las comisiones de trabajo en la lucha contra el COVID-19. Se ha centrado todo en el problema sanitario, olvidando las profundas aristas sociales, económicas, psicológicas, etc. de esta pandemia.
El Colegio de Sociólogos del Perú es miembro del Consejo Nacional de Decanos de los Colegios Profesionales del Perú (CDCP) y las y los sociólogos del Perú participamos activamente en las CONREDES de las regiones de Piura, Cajamarca, Huánuco, Lambayeque, Ancash, Lima-Callao, Lima Provincias, Centro, Arequipa, Puno estando firmemente unidos a la problemática nacional, regional y municipal.
Reiteramos nuestra vocación como sociólogos, ya que nos hemos hecho científicos sociales porque amamos a la sociedad, a nuestra gente y somos sociólogos porque nos preocupa el Perú y buscamos encontrar alternativas de solución a sus problemas.
En esta situación, los sociólogos planteamos las siguientes tareas y puntos de vista:
1. Los sociólogos que se desempeñan en el campo del análisis político y en el de las políticas públicas deben estudiar las nuevas estructuras de poder, el rol del Estado: ¿solo represión o Estado benefactor? El Estado es antitético con el modelo global en retroceso. ¿Habrá caducado el modelo global? ¿Habrá una nueva globalización después? ¿de qué tipo? ¿Un neodesarrollismo con presencia del Estado? Ahora cínicamente hasta el empresariado (CONFIEP) es el primero en presionar al gobierno del presidente Martín Vizcarra, para no pagar los impuestos del caso y seguir viviendo de la explotación mercantilista de nuestros recursos naturales.
2. Los sociólogos urbanos deben proponer las distancias físicas por razones de probable contagio pero no sociales porque eso acentúa las desigualdades. Igualmente deben plantear un nuevo sistema de ciudades con sus servicios concentrados, el diseño de viviendas con áreas comunes, además de parques, plazas, veredas más anchas y el transporte en bicicleta y patinete. Revalorización del barrio y el vecindario. Dado que para muchos las casas serán los lugares de trabajo, estas deben ser más grandes y confortables. Excluir el pésimo sistema de transporte eliminando los viajes masivos de un lado al otro de la metrópoli, focos de segura infección.
3. Los sociólogos de la salud ya están al frente de las brigadas sanitarias enfrentando la pandemia junto a médicos y profesionales de la salud, policías y ejército. Los sociólogos educacionales analizan el sistema educativo en su conjunto en donde lo virtual es un medio para no perder lo avanzado. Los sociólogos agrarios deben resaltar el papel de la agricultura en la salud y nutrición del país; los ambientalistas deben recuperar nuestra comunión con la naturaleza así como los sociólogos industriales el rol de la producción; la sociología de la religión debe explicarnos el origen de los miedos globales.
4. Nuestro Sistema Nacional de Salud, pese a sus héroes médicos y profesionales de la salud, está venido a menos y mercantilizado por los gobiernos de los últimos tiempos, todos ellos copados por distintas formas de corrupción. Los avances infecciosos del COVID-19 se deben centralmente a la ineficiencia estructural de siglos de un Estado que nunca ha estado a favor de los pobres. Hoy, este Estado neoliberal da un apoyo focalizado a los pobres y un millonario respaldo financiero a las grandes empresas. El apoyo a los necesitados viene siendo insuficiente, mal repartido y muy lento dejando de lado a mucha gente necesitada.
5. Los más afectados por esta pandemia son los pobres extremos, los pobres y los informales. Ese es el aspecto clave de esta pandemia. No es sólo un aspecto de salud sino que políticamente está ligado a cómo el Estado ha manejado en 200 años los servicios de salud, educación, vivienda, trabajo y demás. Hay que erradicar la pobreza con intervención del Estado, que debe entender que la salud es integral y se relaciona con la educación, la pobreza, el agua, vivienda, trabajo. Los pobres tienen carencias esenciales (alimentación nutritiva, bonos monetarios, agua potable, agua clorada, práctica del eficaz lavado de manos, limpieza del hogar). Las Políticas económicas nacionales, para reactivar la Economía deben llegar en forma preferente a los pobres, informales, pequeña y micro empresa, en la que están el grueso de los trabajadores hoy sin trabajo y golpeados por la “Separación Perfecta”. Proporcionar canastas de víveres, el bono universal de 1,000 soles y artículos de higiene de modo rápido en un país donde no hay agua potable para la población más pobre. Fortalecer la articulación entre el gobierno central y los gobiernos locales para hacer eficiente y eficaz el reparto de alimentos.
6. Reforma del sistema laboral generando más empleo.
7. La agricultura familiar sigue siendo la actividad de más de 3 millones de familias con cuyo trabajo – largamente olvidado por los gobiernos – se abastecen los mercados locales, llegando hasta la gran ciudad. El Bono Agrario, representa una decisión política necesaria y urgente, aunque un poco tardía – esperando integrarse a las Políticas Nacionales Públicas de Estado.
8. Es tiempo de impulsar como Política Nacional de Estado la Diversificación Productiva que alcance y comprenda cada día a más peruanos.
9. Reforma del Estado. La realidad actual nos presenta la urgencia de un nuevo Contrato Social refundando el Perú para garantizar la defensa y protección de toda la ciudadanía con educación, salud y bienestar social de calidad.
10. Reforma Fiscal. Que todos paguen impuestos terminándose con las exoneraciones y toda Evasión Tributaria y la Elusión Fiscal. Reforma total del Sistema de Jubilaciones. Fin de las AFPs. La crisis no debe recaer en los pobres ni en las clases medias. Reforma del sistema general de pensiones, debiendo contar con una política previsional, que garantice el acceso a un trabajo digno, para asegurar luego una jubilación digna. Es urgente el bono de 1,000 soles a toda la población afectada por la crisis.
Impuestos a las Fortunas y Familias de Ricos en el Perú siguiendo las recomendaciones del FMI, el BM, el BID y la propia OCDE. Terminar con los sueldos “astronómicos de la élite burocrática” – de las Instituciones del Estado.
11. Mujeres, niñas, niños y adolescentes afrontan el confinamiento con sus agresores, intensificando la probabilidad de ser víctimas de ataques. Incentivar la proliferación de Hogares de refugio, intensificar las campañas contra la violencia infantil, adolescentes y de género.
12. Las personas adultas mayores, quienes son población vulnerable por razones de edad, requieren ser consideradas como prioridad por el Estado en esta situación de emergencia sanitaria, al constituirse en el sector con mayor índice de mortalidad y con mayores limitaciones económicas y sociales, para superar la pandemia.
13. Lucha frontal contra la CORRUPCIÓN separándose de inmediato y prohibiendo de regresar a la Administración Pública a los funcionarios probados de haber incurrido en actos de corrupción.
14. Apoyo a los migrantes temporales llamados los caminantes. Ellos llegan en verano a trabajar a la capital ante la falta de trabajo y de producción en la serranía y regresan luego. Esta vez, la cuarentena los encontró en la capital y necesitan retornar a su hábitat. Estos caminantes temporales son en su mayoría, jóvenes. Fuera de la sociología, nadie los registra.
15. El Estado debe empadronar y trabajar conjuntamente con las juntas vecinales, las organizaciones sociales de base, comedores populares, organizaciones del vaso de leche, rondas campesinas, rondas urbanas, sociedad civil organizada.
16. La descentralización sin corrupción es primordial para el real desarrollo de las regiones, campo de estudio de la sociología regional, agraria, ambiental, multidisciplinaria, sin descuidar los nexos con el gobierno central.
17. Reforma del sistema de justicia en su conjunto y cero tolerancia a la corrupción en todos los niveles. Celeridad en los procesos y el acceso a la justicia. Reforma carcelaria evitando el hacinamiento. Liberar los indultos de humanidad contemplando mecanismos efectivos de rehabilitación y reinserción social de las personas privadas de su libertad, así como la ampliación y construcción de Centros Penitenciarios.
18. Inscripción automática de los Colegios Profesionales en la Superintendencia de Registros Públicos por cuanto son organismos creados por Ley del Estado y precisan de este registro para brindar mejores y mayores servicios a sus afiliados.
El Colegio de Sociólogos del Perú sostiene que no venceremos a la pandemia sin un proyecto estratégico de país a construir, una noción de bien público, de solidaridad y de vida colectiva. Es el momento de repensar el rol del Estado, no solo para la pandemia sino para la reactivación económica y el mundo menos globalizado que heredaremos. Es una excelente etapa para revalorar a la mujer, a la juventud, al envejecimiento y repensar nuestra relación con la naturaleza. Que así preparemos los nuevos vientos con los que conmemoraremos nuestro bicentenario.
Perú, 18 de mayo de 2020.
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